En Argentina, el transporte público puede ser catalogado, en hora pico, como turismo aventura. Pero cuando muchos creían que el servicio era un mal de tercer mundo, el fotógrafo italiano Marco Patella reveló el lado oculto de la ineficiencia japonesa.
Sí, en la isla de Godzilla también puede viajarse muy mal. Incluso peor que en el subte porteño. Una de las razones del caos radica en que únicamente en Tokio viven 14 millones de personas. Una cifra colosal.
La alta demanda repercute en los vagones: la puerta no cierra por la cantidad de gente que queda al borde del precipicio. ¿Cómo solucionan ese problema los nipones? A mano limpia, pero respetuosamente.
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