El salmón, uno de los habitantes marinos favoritos por la alta gastronomía, entró en una curva máxima de precios históricos debido a la presencia de un parásito que se alimenta de su sangre.
Conocido popularmente como piojo de mar, este crustáceo inofensivo para el ser humano es capaz de adherirse a la piel del pez como una garrapata.
Si bien el parásito no es mortal para el salmón, la acción que ejerce contra su salud es determinante para debilitar su sistema inmunológico y dejarlo a merced de infecciones.
El piojo de mar no supone un problema muy serio para los salmones en estado salvaje, porque ese tipo de ejemplares se reúne en gran número para reproducirse río arriba cuando ya son adulto. En cambio, el parásito se volvió un enemigo público para los criaderos de salmones ubicados a la vera de la costa.
Por esta razón, en 2017 el precio del salmón no hará más que subir.
Fuente: Pulso Urbano.