Dentro del ámbito laboral suelen suceder chispazos que pueden condicionar la armonía de la oficina.
Con esa hipótesis, Joan Williams, director del Centro de Vida Laboral en el Colegio de Derecho UC Hastings y Alexander Czopp, director del Centro de Investigación Cultural en la Universidad del Oeste de Washington, elaboraron una estrategia eficaz para desactivar cualquier conflicto. ¿Cómo? A través del poder de la palabra.
En una situación ríspida, los profesionales coincidieron en que lo mejor es evitar la confrontación dado que complicaría aún más el incidente. La propuesta superadora es entablar una conexión emocional con el otro para explicarle qué hizo dentro de nuestra mente ese comentario.