En verano, la cerveza funciona como excusa para juntadas con familiares o amigos. En esas reuniones, anécdotas y confesiones pueden ser acompañadas por diferentes platos. Pero seguramente, una picada reuniría los votos necesarios para imponerse en primera vuelta.
Fiambres, embutidos, aceitunas, pickles… La oferta es amplia. Sin embargo, el talón de aquiles de este menú radica en el queso. O mejor dicho, en su potencial sequedad.
Para erradicar de plano esa chance tenés que poner en práctica un truco fácil, rápido e infalible. Descubrilo ACÁ.