En la liga rumana, un futbolista casi es linchado por sus compañeros luego de intentar picar un penal a pocos segundos del final del partido entre Juventus Bucarest y Steaua Bucarest.
El local perdía 2 a 1 y tenía una ocasión inmejorable para igualar el partido. George Calintaru pidió el balón, lo acomodó en el punto penal y cuando el árbitro dio la orden tomó la peor decisión de su vida.
El bueno de George quiso definir a lo grande y la picó. El arquero rival se quedó parado y detuvo la pelota fácilmente. ¿Qué pasó después? Mirá el video ACÁ.