Masha Waldberg es una madre emprendedora que lanzó una campaña de crowfunding para producir a gran escala un un sacaleches que emula el movimiento del bebé al mamar.
La idea surgió luego de querer sacarse algo de leche para que su marido experimente la sensación de alimentar a Ania, su hija en común. En ese momento descubrió que el procedimiento mecánico era doloroso e ineficiente.
Fue así como imaginó un producto inédito: un sacaleches en forma de boca artificial que reproduzca los movimientos de la boca del bebé al succionar la teta.
¿El resultado? Anabella, un gadget que recién está en fase experimental. Necesita la aprobación de la FDA (Food & Drug Administration) y, luego, dinero para producirlo en serie.
ASÍ funciona.