Este fin de semana se llevó a cabo, como todos los años, el Burning Man Festival en la ciudad de Black Rock, Nevada; y la fiesta terminó en desgracia luego de que un hombre muriera tras tirarse de una de las torres encendidas que había en el predio.
Aaron Joel Mitchel, de 41 años, fue el protagonista de esta trágica escena. El hombre que había llegado a Black Rock para disfrutar de uno de los festivales más emblemáticos de Estados Unidos, pasó dos cordones de seguridad que protegían la zona donde se estaba quemando la gran figura del hombre y terminó cubierto por las inmensas llamas. Minutos después fue trasladado hasta el UC David Medical Center de Cailfornia, donde fue declarado muerto en la mañana del domingo.
“Burning Man está trabajando con agencias locales y federales para aplicar la ley, y actualmente se está realizando una investigación” explicó la organización del evento en un comunicado que se publicó en su web.
Según fuentes oficiales, la nueva edición del Burning Man contó con más de 70 mil personas durante los siete días que dura el festival -aunque el grueso llega para el fin de semana.