Un neonazi que viajaba en la línea de buses D Line de Seattle, Estados Unidos, recibió una trompada de un hombre que, al divisar una esvástica sobre su brazo, montó en cólera.
Antes de besar el suelo, el fundamentalista de extrema derecha lanzó algunas frases discriminatorias que sentenciaron su suerte.
Ni Mayweather sería capaz de lanzar una mano ASÍ.