Dicen que los magos tienen un as bajo la manga. Esta vez no solo se les cayó, sino que lo recogimos con la fea intención de divulgar uno de sus máximos trucos: tragarse la espada.
Por años, ilusionistas de todo el mundo impactaron al público con un proceso antinatural y doloroso. ¿Pero qué ocurre realmente?.
ACÁ, la explicación final.