En 1973 un minuto cuarenta de un video promocional de El Exorcista bastó para conseguir que el film se transformara sin siquiera haber visto la luz en la “película más aterradora de la historia”. La historia de Regan, la niña poseída, generó uno de los mayores impacto que el mundo del cine conozca.
Y su primer trailer -que luego fue prohibido- fue, sin dudas, una pequeña muestra de lo que William Friedkin tenía pensado para nosotros. En esa época, la gente aseguraba que si veía el clip salía vomitando y tenía pesadillas.
Miralo y sentí el terror más crudo de 1973 de la mano de El Exorcista.