Frescura y melodías pegadizas. Arcade Fire cerró el primer día del Festival Bue a puro baile y frenesí en el Heineken Stage.
Con una catarata de recursos que movieron al público al compás de su música, los canadienses liderados por Win Butler y Régine Chassagne presentaron Everything Now, su quinto disco de estudio y repasaron clásicos de Funeral (2004), Neon Bible (2007), The Suburbs (2010) y Reflektor (2013), en los que reflexionan sobre la vida y la muerte, las relaciones interpersonales, la justicia, la fe y la modernidad.
Con su nuevo material, producido por Thomas Bangalter (integrante de Daft Punk), la banda apuesta a un sonido más ligero comparado a los anteriores. Quizás, su objetivo es demostrar que sus letras pueden seguir siendo profundas usando melodías más alegres y sintetizadores como guiño a la música disco, new wave y electropop pero sin dejar de lado su esencia indie rock.
En Neon Bible le pidieron al público que prendiera las luces de su celular, lo que generó un mar de luces blancas. En Electric Blue, Chassagne apareció con la cara pintada de azul mentalizado, reforzando el mensaje del tema.
Después de casi dos horas de show, que empezó como si fuera un ring de boxeo, Win Butler bajó del escenario con su guitarra en mano para saludar a los fanáticos mientras el confeti volaba en el aire.
Desbordados de energía, sus integrantes, que oscilan entre la música de culto y los hits que mueven masas demostraron que pueden hacer ambas cosas sin traicionarse.
por Yamila Pagani
(@YamiPagani)
Fotos Cecilia Salas
¡Mirá las fotos!
Setlist