La historia de cómo un cigarrillo salvó a Lemmy de ser amputado

Música 14 Nov

Acaba de surgir una nueva historia sobre el tan querido líder de Motörhead, Lemmy Kilmister. El ícono del rock estuvo cerca de que le amputaran el dedo del pie, pero finalmente esto no sucedió debido a que se negó a dejar de fumar en la sala de cirugía.

Lemmy sufrió de diabetes durante muchos años. Después de que se supo que Matt Pike de High On Fire recientemente interrumpió una gira para someterse a una cirugía debido a la misma condición médica, surgió una entrevista de Scott Ian de Anthrax que revelaba que Lemmy se sometió a un procedimiento similar, pero su obstinad actitud rock and roll se interpuso en el camino.

 

“Literalmente casi perdió un par de dedos de los pies porque cuando estaba en medio de entender la diabetes y todo eso, un par de dedos de él se pusieron negros por la mala circulación y todo esto”, le dijo Ian a Landry. “Él tenía que someterse a la cirugía y mientras estaba sentado en la oficina del médico se puso a fumar un cigarrillo. Y ahí alguien le dijo: ‘No se te permite fumar aquí. ¿Qué estas loco? No puedes fumar en esta sala”. Y él respondió:” Bueno, si voy a perder un dedo del pie, me voy a fumar un cigarrillo “”.

Ian continuó: “Y, en pocas palabras, dijeron: No puedes fumar aquí. Y él dijo:” Bueno, entonces no estaré aquí”. Y se fue. Y terminó viendo a otro médico, y literalmente le dijeron: ‘Solo necesitas cambiar este hábito o hacer esto en tu dieta, y tus pies estarán bien’. Y él cambió su dieta, y no tuvo que tener sus dedos de los pies cortados. Así que un cigarrillo literalmente lo salvó de tener una parte de su cuerpo amputada”.

 

El líder de Motörhead murió el 28 de diciembre de 2015 a causa de problemas cardiovasculares y arritmia cardíaca. También había estado luchando contra el cáncer de próstata. Tenía 69 años de edad.

 

A principios de este verano, su compañero veterano del metal Ozzy Osbourne reveló su última conversación con Lemmy.

“Lo llamé por teléfono el día que murió. Sabía que se estaba muriendo. Él ni siquiera sabía que era yo … Tenía que decirle: “Es Ozzy, Lem”. Él simplemente me llamó por el gorgoteo. Le dije a Lemmy, por favor, quédate allí, ya voy”.