El actor de Hollywood James McAvoy, reconocido por protagonizar varias películas de X-Men y la reciente Glass, dio a conocer que estuvo a punto de morir el año pasado.
“Casi me mata. Me llevé un buen susto. Fue una maldita experiencia aterradora de atravesar” expresó McAvoy en una entrevista con la revista Men’s Journal. Según contó, una biopsia complicó su salud a tal punto que casi lo lleva a la muerte.
El pasado abril el actor se sometió a un examen físico de rutina y en una radiografía, los médicos detectaron una extraña mancha oscura en uno de sus pulmones. Fue entonces cuando decidieron hacerle una biopsia para explorar qué era lo que tenía. Afortunadamente el procedimiento salió bien, no se trataba de nada maligno, sin embargo, la incisión de la biopsia desembocó en una grave infección por la que permaneció 3 semanas hospitalizado.
Actualmente McAvoy goza de buena salud y así lo demostró en Glass, el film estrenado hace un par de semanas en el que encarna el papel de La Bestia, una de las 23 personalidades de su personaje.