Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Colorado reveló que algunas tareas domésticas generan niveles considerables de químicos capaces de equiparar la contaminación producida por vehículos.
La investigación, liderada por la profesora Marina Vance, recomendó investigar los verdaderos efectos que producen en la atmósfera tareas cotidianas como limpiar, cocinar o bañarse.
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