Arqueólogos británicos de distintas universidades descubrieron una alineación de pozos prehistóricos en forma de anillo externo, construida hace aproximadamente 4.500 años, cerca del monumento megalítico Stonehenge ubicado en el sur de Inglaterra, uno de los lugares más visitados por los turistas. Este Patrimonio de la Humanidad, que cada año recibe a peregrinos de todo el mundo, sigue siendo un misterio que cada vez se revela más complejo.
El hallazgo abre nuevas líneas de investigación sobre un conjunto arquitectónico que todavía genere incógnitas. “El tamaño de los pozos y el circuito que forman rodeando el Muro de Durrington no tiene precedentes en Reino Unido”, explican los investigadores. El muro no es tan conocido como el crómlech (el círculo de piedras clavadas a la tierra) pero este descubrimiento describe “una sociedad mucho más compleja de los que hubiéramos imaginado” según Richard Bates, de la Escuela de la Tierra y el Medioambiente de St. Andrews.
Después de realizar varios trabajos de campo hallaron un círculo de unos dos kilómetros con varios pozos de más de 10 metros de diámetro y cinco de profundidad a unos tres kilómetros de Stonehenge.
Las pruebas realizadas sugieren que el anillo es neolítico y se estima que los 20 pozos pudieron servir como perímetro a una zona sagrada, según los arqueólogos. La mayoría de ellos habían permanecido ocultos, o simplemente se creyó que eran construcciones para trabajos de pastoreo. “Restos de sílex tallado y de huesos fueron recuperados en los sedimentos primarios y las pruebas de carbono 14 han mostrado rastros de origen neolítico en el limo más profundo de uno de los pozos”, explicaron los responsables del hallazgo en Internet Archaeology.
Los arqueólogos destacaron también que este hallazgo permite conocer un poco más sobre el paisaje que dominaba Stonehenge hace miles de años. En este proyecto trabajaron expertos de las universidades británicas de St Andrews, Birmingham, Warwick, Glasgow y Trinity Saint David de Gales.