Starlink nació como una división de SpaceX con un objetivo claro: democratizar Internet y hacer llegar el servicio a todas partes del mundo con una red de 12.000 satélites. Según comunicó la compañía, se trata de complementar las redes ya existentes, no de competir contra el 5G, o la fibra óptica.
Si bien todavía falta para poner en órbita todos los satélites en mente de Elon, las conexiones satelitales existentes logran velocidades de entre 50 y 150 Mbps, con una latencia de entre 20 y 40 milisegundos. Sin embargo, una vez que se complete la nómina de satélites, alcanzará una velocidad de 120 Gbps.
Para poder hacer uso del servicio, es necesario un kit compuesto por una antena, cableado y un router. Por ahora, resulta bastante costoso, ya que implica el pago del kit (499 euros) y su envío (60 euros), más un abono mensual (99 euros por mes).
Por su parte, Starlink ya tiene autorización para empezar a operar en Argentina, pero comenzará previamente con Chile ya que el país trasandino ya cuenta con 7 estaciones listas para operar.
