Temporada a temporada, muchos de los personajes más queridos de Vikingos se fueron despidiendo de la serie, ya fuera por sus muertes, o porque la trama tomaba otro rumbo. Este fue el caso del hermano de Ragnar, Rollo, cuya historia llega a su fin sin demasiadas explicaciones, hacia la temporada 5. Sin embargo, la serie contó sólo algunos hechos reales y modificó otros.
Por ejemplo, Rollo no era hermano de Ragnar en la realidad. Las sagas del siglo IX lo señalan como hijo del conde Rognvald Eysteinsson y le dan el sobrenombre con el que pasó a la historia: “El Caminante”, o “El Errante”. Este se debe a que era tan grande -se dice que medía más de 2 metros y pesaba más de 140 kilos- que ningún caballo podía transportarlo. Se trató de un personaje sumamente importante; de hecho, es el antepasado directo de todos los monarcas europeos actuales. Pero, ¿qué le pasó luego de los eventos que cuenta la serie creada por Michael Hirst?
Rollo no sólo se convirtió al cristianismo, sino que cambió su nombre por “Hrólf”. Se asentó en Normandía, la región al norte de Francia, y se convirtió en su primer gobernante. Es probable que se casara “a la danesa” -sistema poligámico nórdico-, ya que algunas fuentes afirman que estaba casado con Poppa de Bayeux, hija del Conde Berengar de Rennes, y que tuvo un hijo con ella, Guillermo I Longsword. También hay registro de su matrimonio con una hija del rey, llamada Gisela.
Si bien se desconoce la fecha exacta de su muerte, la mayor parte de los historiadores estiman que sucedió alrededor de 928. Su tumba puede visitarse hoy en día en la catedral de Ruán.