“Recuerdo todas las veces en el auto cuando Billi me tapa la boca con la pata para evitar que cante… Aunque escucho mi voz en este video y no puedo decir que la culpo”, bromea Kendra Baker, la orgullosa dueña del gato “que habla”. Sus videos se hicieron muy conocidos debido a las reacciones de Billi a ciertas situaciones, como en esta oportunidad, en la que Kendra escuchaba música.
Al subir el volumen de sus parlantes, su gato se dirigió a los pulsadores y marcó: “enojado”, “ouch” y “luego”. Kendra, sorprendida, le dice que por favor repita el mensaje, que no llegó a comprenderlo. Billi vuelve a los botones y presiona “luego”, “ruido”, “ouch”. Su dueña responde a carcajadas: a Billi no le gusta su música.
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