Las imágenes de los municipios que se encuentran entre el volcán y el mar -como Giarre, Sant’Alfio, Linguaglossa y Mascali-muestran edificios, plazas y calles cubiertas de ceniza negra y piedras. Tal es así que las autoridades las han pasado a llamar “zonas negras”.
Según anunció el gobernador de Sicilia, Nello Musumeci, se desembolsarán inmediatamente un millón de euros para los pueblos afectados y se abrirá una licitación para comprar medios para aspirar la ceniza.
En esta ocasión, a diferencia de del 16 de febrero, las autoridades no tuvieron que cerrar el aeropuerto de Catania, dado que el viento se llevó las cenizas hacia la zona oriental, y no hacia el sur.