El fenómeno parecía una lluvia de estrellas, pero por su iluminación y velocidad se notaba que se trataba de otra cosa. Sucedió el jueves 25 de marzo, alrededor de las 9 pm, y desde ese día, circulan cientos de videos del fenómeno en las redes. Algunos especularon con una visita extraterrestre, otros creyeron que se trataba de un cometa.
Si bien aún no ha sido confirmado de manera oficial qué fue exactamente lo que pasó, horas más tarde, el Servicio Meteorológico Nacional en Seattle dio una posible hipótesis: explicó que se trataba del cohete Falcon 9 de SpaceX, la empresa de Elon Musk. El mismo, lanzado el mes pasado, no logró reingresar a la atmósfera en el ángulo indicado, se fragmentó en varias partes y ofreció el espectáculo que se observó en el estado de la costa oeste.