Este descubrimiento, publicado en la revista Nature, revoluciona lo que se conocía hasta ahora sobre las placas tectónicas. Por un lado, con respecto a la causa del movimiento tectónico, por el otro, con respecto a la velocidad a la que se mueve la astenosfera en la zona estudiada: algo más de 15 centímetros por año, lo que es tres veces más rápido que una placa promedio.
Los investigadores llegaron a este hallazgo al observar imágenes satelitales y notar cambios en la atracción gravitacional en el mar Caribe. Fue así que descubrieron un “río de rocas” caliente que sale desde el océano Pacífico, pasa por debajo de Centroamérica, y llega hasta el medio del Mar Caribe.
“Sin el apoyo adicional generado por este flujo en la astenosfera, partes de Centroamérica todavía permanecerían por debajo del nivel del mar. Los océanos Atlántico y Pacífico estarían conectados sin la necesidad del Canal de Panamá”, explicó Lorenzo Colli, coautor del estudio y profesor asistente de geofísica, geodinámica y estructura del manto en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Atmosféricas. Este “río de rocas” subterráneo comenzó a fluir hace ocho millones de años, elevando el lecho marino varios cientos de metros e inclinándose hacia el noreste, donde están las Antillas Menores.