Picasso es cruza entre pitbull y terrier y nació con una particularidad en su hocico: debido a una malformación en su mandíbula, tiene el “hocico torcido”, es decir, una sobremordida que apunta hacia la izquierda. Este rasgo distintivo hacía que nadie quisiera adoptarlo, y así fue viendo cómo todos sus hermanos eran adoptados, dejándolos a él y a su hermano Pablo atrás.
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Dado que sus dueños no podían hacerse cargo de ellos, los terminaron llevando a un refugio de California cuando tenían 9 meses. Los perros crecieron y nadie quería adoptarlos, al punto tal que entraron en la lista de animales a sacrificar. Pero su destino dio un vuelco cuando Liesl Wilhardt (51) llegó a sus vidas.
“Una amiga me mandó una foto de Picasso tumbado en una camita y sí, su cara me llamó la atención pero su mirada me conquistó, fue amor a primera vista”, confesó Liesl a The dodo.
Desde que Liesl los adoptó, Picasso es furor en las redes sociales. Sólo en Instagram supera los 264.000 seguidores, en donde además de muchas imágenes suyas, Liesl comparte fotos de otros perros, que al igual que Picasso tienen alguna particularidad que los hace únicos.
Picasso no tiene ningún tipo de dolencia y puede comer, ladrar y jugar normalmente con otros perros.
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