¡Increíble! Minicerebros creados en un laboratorio desarrollaron ojos
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Lo más increíble es que estos ojos rudimentarios pueden ver, es decir, son completamente funcionales.
Sucedió en el laboratorio del Hospital Universitario de Düsseldorf. Un grupo de científicos logró crear una especie de “mini cerebro” a partir de células madre. Pero el logro no terminó allí, ya que este mini cerebro desarrolló ojos rudimentarios perfectamente funcionales ¡que pueden detectar la luz y enviar señales al resto del cerebro!
El estudio fue publicado en Cell Stem Cell y su objetivo era comprender un poco más acerca de este complejo invento de la naturaleza que es el cerebro. Es por eso que se crearon varias versiones en miniatura en el laboratorio para ayudar a su estudio.
La investigación buscaba imitar lo que sucede con los embriones: cuando estos crecen en el interior del vientre materno, desarrollan los primeros órganos, entre ellos los ojos.
¿Cómo se desarrolló el estudio? Los científicos utilizaron células de la piel extraídas de donantes adultos, transformadas en células madre y colocadas en un cultivo que imita el entorno de un cerebro en desarrollo, lo cual las anima a formar diferentes células cerebrales. El resultado final fue un modelo cerebral tridimensional del tamaño de un poroto que sirve, en muchos casos, para estudiar el desarrollo, las enfermedades o los efectos de las drogas.
El equipo primero hizo los organoides cerebrales y luego modificó su medio de crecimiento para inducir la formación de copas ópticas. Estas no solo contenían células de la retina, sino que también desarrollaron lentes y tejido corneal y demostraron conexiones con las células cerebrales. Estos ojos se volvieron claramente visibles en apenas 50 días. Se trata de un logro nunca antes visto en un trabajo de laboratorio.
“Estos organoides pueden ayudar a estudiar las interacciones cerebro-ojo durante el desarrollo embrionario, modelar los trastornos congénitos de la retina y generar tipos de células retinianas específicas del paciente para realizar pruebas de fármacos personalizadas y terapias de trasplante”, explica el autor principal del estudio, Jay Gopalakrishnan.
