La movilización comenzó en Plaza Constitución, desde donde se dirigió en caravana hacia el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Senasa y a la Casa de la Provincia de Río Negro, llegando al Congreso de la Nación donde apicultores de diferentes lugares del país repartieron miel y material explicativo.
“Las abejas contribuyen a la diversidad biológica y a multiplicar la vida en la Tierra. Sin embargo, en la Argentina se las mata como efecto colateral de la agroindustria“, detallaron los apicultores en el material distribuido.
Los polinizadores, en especial las abejas, son responsables de 7 de cada 10 alimentos que ingerimos diariamente, indicaron, y agregaron que su función resulta esencial para producir frutas, verduras y carne.
“La Agencia Sanitaria aprueba insecticidas altamente tóxicos para las abejas y para las personas, y herbicidas que eliminan toda hierba y toda flor que es la base de la alimentación de nuestras abejas“, explicaron.
“Eso se llama ecocidio, los agroquímicos determinan la muerte de las abejas y envenenan el agua, la tierra y los alimentos que consumimos”, dijeron, y añadieron: “No a los alimentos genéticamente modificados. No a los 550 millones de kilos de agroquímicos por año volcados a nuestra tierra para producirlos”.
Pedro Kaufmann, secretario de SADA manifestó a Télam la necesidad de que la comunidad sea consciente de lo que está comiendo, “que empiece a pensar la cantidad de veneno que hay en los alimentos en este momento y que necesitamos un modelo agropecuario sin tantos venenos, con una producción agroecológica sostenible en el tiempo, armoniosa con la naturaleza y que no esté matando a los polinizadores”.