“Grey’s Anatomy” es, hasta el día de hoy, una de las series más exitosas de la historia de la televisión. Con 18 temporadas al aire y una más confirmada para el año que viene, la combinación de casos médicos combinados con la vida personal de sus protagonistas, logró que la serie durara más de 16 años.
Sin embargo, no todos los personajes que comenzaron en la serie se mantienen hoy en ella. Es el caso de Patrick Dempsey -quien interpretó al Doctor Derek Shepherd- quien durante 11 temporadas el foco de atención de la producción junto a su compañera de elenco Ellen Pompeo -Meredith Grey-. Su romance era quizás uno de los mayores atractivos de la serie y el hecho de que Dempsey la abandonara fue un golpe durísimo para sus seguidores.
No obstante, lo que fue un golpe doloroso para los espectadores, aparentemente fue un alivio para el elenco y equipo de producción.
Este año, Patrick Dempsey confesó en una entrevista para The Independent que la decisión de irse de la serie era, por un lado, por el “ambiente tóxico que ahí se vivía”, y por el otro, porque estaba cansado de ser cosificado como el “el Doctor Apuesto”, como se lo apodaba en la misma serie.
Pero esa no es la versión que difundió el libro no autorizado Cómo salvar una vida: La historia interna de Grey’s Anatomy, de Lynette Rice, compuesto por más de 80 entrevistas. Allí la autora reveló que en realidad el actor fue despedido porque estaba generando muchos conflictos internos, desde estrés postraumático en el elenco, hasta situaciones complicadas en Recursos Humanos debido a su mala actitud.
En el libro se rescatan varios testimonios que dan cuenta de esta situación: de la actitud del actor en el set y de sus fuertes discusiones con la creadora del programa, Shonda Rhymes. Según se describe en el libro, Dempsey era encantador al principio, pero su actitud se transformó radicalmente con el paso del tiempo, por un lado, por estar cansado de la larga duración del proyecto, por el otro, por la conciencia del poder que había adquirido con su personaje.
Según reveló James Parriott, productor ejecutivo de la serie, señaló: “Dempsey tenía el poder y sabía que podía parar la producción cuando quisiera y asustar a la gente. Vino gente de la cadena y el estudio y hablaron con él. Yo creo que simplemente estaba harto de la serie. No le gustaba tener que venir todos los días a trabajar. Él y Shonda se atacaban todo el tiempo”.
La productora Jeannine Renshaw recordó que la misma Rhymes lo vivió en carne propia y sus conflictos llegaron a tal punto que ella aseguraría que “si él no se iba, lo haría ella misma”. Pero era una decisión muy difícil, ya que Dempsey era protagonista de la serie hacía años. Finalmente, se logró llegar a un acuerdo para su salida, que se convertiría en uno de los episodios más recordados por la audiencia.