La iniciativa aprobada el 29 de octubre de 2020 por el Senado propone la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta sobre el exceso de nutrientes críticos, como sodio, grasas trans y azúcares totales.
El 13 de julio de este año se emitió dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, Industria y Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria de Diputados. Pero si la iniciativa no es tratada en sesión y aprobada podría perder estado parlamentario en dos meses, advirtieron las organizaciones.
La sanción de esta iniciativa es clave para fijar pautas para una alimentación salubable y combatir una de las tres causas de la mortalidad, la obesidad, que en la Argentina afecta a cuatro de cada 10 menores -en especial a adolescentes- y siete de cada 10 adultos.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud en la Argentina, los tres factores de riesgo más asociados a la mortalidad son la hipertensión, la hiperglucemia en ayunas elevada y la obesidad, que provocan unas 140 mil muertes al año.
“No hay motivos válidos para retrasar más la aprobación de la ley. El proyecto cuenta con amplio apoyo de la sociedad civil y académica, tanto de Argentina como de la región; con el respaldo de la mejor evidencia científica libre de conflicto de interés y con el aval de la Cámara de Senadores. Es hora de que los y las diputados/as pongan fecha para sesionar y aprueben el proyecto sin más demoras”, señaló Victoria Tiscornia, investigadora de Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina.
Las cartas fueron firmadas también por Federación Argentina de Graduados en Nutrición (Fagran), Consumidores Argentinos, Fundeps, Sanar y Consciente Colectivo, “quienes comparten la preocupación sobre la demora en el tratamiento de la ley”, según indicaron en un comunicado.