Su traslado comenzó por vía terrestre el sábado pasado. Este jueves arribaron el santuario ubicado en el centro oeste de Brasil, en un viaje en el que recorrieron cerca de 3.600 kilómetros.
Ambas elefantas fueron acompañadas por una comitiva de entrenadores, veterinarios y cuidadores del Ecoparque Mendoza y del Santuario de Elefantes Brasil (SEB), responsables de cuidar y garantizar la seguridad, el bienestar y la integridad de los animales durante todo el viaje, informaron desde el gobierno mendocino.
Pocha y su hija Guillermina fueron recibidas en las instalaciones del santuario, ubicado en el estado de Mato Grosso, en el centro oeste del vecino país, por el nuevo equipo de especialistas que se encargarán de ahora en más en brindarles una mejor calidad de vida junto a otros elefantes.
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La llegada de los paquidermos fue trasmitida en vivo por las redes sociales del santuario y seguida por cientos de espectadores.
Ahora, ambas estarán en un sitio donde se reunirán con otras elefantas, entre ellas Mara, trasladada en 2020 desde el Ecoparque porteño y allí pasarán el resto de sus días en libertad, disfrutando de la naturaleza.
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Las elefantas partieron de Mendoza en un camión y viajaron, cada una, en una caja especial de 5 toneladas, 5 metros de largo por 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura, que les brindó un traslado cómodo y seguro en la travesía, que contó con el aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Ambas cajas contaron con una cámara para monitorear a cada elefanta y evaluar su estado de manera constante, y se trabajó con ambos animales en un proceso de acostumbramiento supervisado por sus cuidadores para evitarles inconvenientes.