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#3J: A siete años de la primera Ni Una Menos

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Actualidad 3 Jun

En el marco del séptimo aniversario de la primera movilización de "Ni Una Menos", se realizará una marcha hoy a la tarde desde Plaza de Mayo al Congreso, con réplicas en todo el país, con diversas actividades de organizaciones feministas durante toda la jornada. En Argentina hay un femicidio cada 35 horas.

El 3 de junio de 2015 nace ‘Ni una menos’ como una expresión masiva destinada a visibilizar la violencia por motivos de género. Año a año, la fecha vuelve a promover la necesidad de seguir trabajando en contra de las distintas expresiones y modalidades de la violencia por motivos de género. La movilización de hoy tendrá lugar bajo la consigna “¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! El Estado es responsable“.

Desde el 3 de junio de 2015 al 27 de mayo de 2022, se produjeron 1.990 femicidios, 51 trans-travesticidios y 191 femicidios vinculados de varones, según un nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”.

En tanto, durante 2021 se cometieron un total de 251 femicidios, entre ellos 20 vinculados y 5 trans-travesticidios, según el trabajo del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina realizado por la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), que fue divulgado esta semana.

El 8 de marzo pasado el Paro internacional de mujeres en Argentina llevó como demanda central el lema “La deuda es con nosotras y nosotres. Que la paguen quienes la fugaron”, haciendo foco en la violencia económica y patrimonial —tipificada en la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres. Violencia económica que también tiene una dimensión doméstica muy fuerte y que se expresa a través de diferentes formas como prohibir o sabotear el trabajo de la pareja con distintas estrategias, ejercer control sobre los gastos, impedir o dificultar el acceso a cuentas personales o excluir a la pareja en decisiones sobre el gasto familiar. También se expresa como condicionamiento al pago de la cuota alimentaria, en hacer que la pareja trabaje en un negocio común sin percibir un pago, o incluso robar dinero u ocultar parte del patrimonio.

Todo forma parte de la herencia de un mismo modelo de familia que identifica la figura del varón como proveedor y de la mujer como sostenedora del espacio doméstico, algo que suele ocultar que el ingreso que obtiene uno de los miembros de la pareja es posible solo por el trabajo no remunerado de cuidado y reproducción de la vida cotidiana que realiza el otro. 

Como parte de la Campaña Nacional “Argentina Unida contra las Violencias de Género”, que impulsan los ministerios nacionales de Cultura y de Mujeres, Género y Diversidad, se realizarán distintas actividades presenciales, una nueva edición de Ilustraciones a Voz Alzada, esta vez para visibilizar los distintos tipos de violencias económicas, y una propuesta de gigantografías llamada Intervenciones federales por una #CulturaNoViolenta.

Seis artistas visuales participan con sus obras en esta convocatoria para ilustrar y desplegar las violencias económicas cotidianas que se producen en vínculos, y también aquellas violencias estructurales como la feminización de la pobreza, los femicidios y los travesticidios sociales.

El trabajo de Muriel Frega realiza un aporte fundamental de las redes comunitarias feministas en los territorios que se convierten en el abrazo necesario frente a la dependencia y hostigamiento que aísla y desampara a las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias.

La propuesta gráfica de La Lejana insta a pensar en la dimensión colectiva en la que la retribución económica de trabajo de cuidado resulta primordial para el sostenimiento en las comunidades.

En el trabajo de Jules Femimutancia se plasma el engaño como estrategia en la que se sostiene la violencia económica para debilitar la autoestima y la confianza en el otro. Las experiencias de violencia económica y patrimonial conectan así con formas de violencia psicológica y emocional que pueden llegar incluso al maltrato y la violencia física.

Leonora Kortzars y Mariela Acevedo vinculan la forma de violencia económica de invisibilización de los trabajos de cuidado con la dimensión social de un trabajo fundamental, pero poco reconocido y nada retribuido.

Desde su Salta natal Bietka ilustra una marcha transfeminista y pone en escena la problemática urgente de los travesticidios y transfemicidios, mientras que la artista trans Gaby Binder pone el acento en las formas de discriminación laboral que sufre el colectivo travesti trans.

Matilde Moyano
ni una menos
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