Esto sucedió en Rusia, en el partido entre Virage y Kurgan del futsal. El jugador Sarhan Mikayilov agredió salvajemente a un árbitro sacarle una tarjeta roja.
Minutos antes, el jugador había recibido la marca de dos oponentes y consideraba que era falta a su favor. El árbitro cobró para el otro equipo y él, furibundo, tiro la pelota a un costado casi rosando la cara el juez.
Ante esta actitud, el árbitro le sacó la tarjeta roja inmediatamente, pero parece que fue una muy mala idea. Mikayilov, completamente furioso, le pegó una de las piñas más impresionantes que vimos en el fútbol.