Fuimos a comer sonoramente a una casona isleña de principios del siglo pasado, atendida por sus dueños: Marta Burgeois y Juan Carlos Vazquez. El menú se caracteriza por los platos preparados al horno de barro. Sólo se puede ir con reserva.
Queda a 30 minutos de navegación desde el puerto de Tigre y también funciona como un pequeño hotel.
También se pueden hacer otras actividades como paseos en kayak, safari fotográfico, clases de cocina tradicional, meditación y yoga.
http://www.unlugar-caraguata.com.ar/