A las afueras de esta ciudad china se desarrolla un proyecto arquitectónico impresionante. Va a ser una construida desde cero, para 80.000 personas, donde ninguno necesitará un auto para desplazarse.
La “gran ciudad” es un plan ambicioso que busca limitar su impacto ambiental residentes por la producción de energía limpia y la reducción de residuos y el fomento del transporte público sobre el uso del automóvil particular.
El proyecto es obra de Adrian Smith + Gordon Gill Arquitecture, quienes señalan que “los funcionarios chinos de planificación han empezando a ver los efectos de automóvil y están abiertos a mejores alternativas a la expansión urbana”.
Se le ha llamado el “Car-Free City”, un apodo que no es del todo exacto. La firma de arquitectos señala que la visión es la de una ciudad donde “los coches serán esencialmente innecesaria”, pero se permitirán.
La mitad del espacio se reservará para el tráfico no motorizado, y servicio de transporte eléctrico hará que la gente en la que no pueden o no quieren caminar. Todas las viviendas estarán a dos minutos de un parque público.