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Paul McCartney: emoción en La Plata

Paul McCartney: emoción en La Plata

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Música 20 May

Luego de las visitas internacionales de los Rolling Stones y Coldplay, la ciudad de La Plata volvió a citar al público argentino para que, luego de 6 años, vuelva a reencontrarse con Sir Paul McCartney. En una noche fría, pasadas las 21 horas, Sir Paul y su banda integrada por Rusty Anderson (guitarra), Brian Ray (guitarra y bajo), Paul Wickens (teclados), Abel Laboriel (batería) salieron al escenario para el arranque de otro show que quedaría en los mejores recuerdos de quienes pudieron asistir cualquiera de las dos noches.

 

Con un público que unía a todas las generaciones, familias enteras saltaron, bailaron, gritaron y lloraron viendo la tercera presentación del ex beatle en el país.

Como perfecta musicalización de un anochecer agitado, provocado en muchos casos por el traslado hasta la ciudad platense, ambos shows comenzaron con A Hard Days Night, la canción que le daba título al tercer disco del cuarteto de Liverpool. Las siguientes 3 horas de espectáculo, Paul iba a desplegar un arsenal de hits.

 

Y demostrando que es uno de los grandes monstruos de la escena musical de todos los tiempos, siguió con Save Us, de su último disco, para volver a los 60’s con Can’t Buy My Love y luego pegar un salto hacia su etapa con Wings, interpretando Letting Go.

 

McCartney saluda a su público luego de cada tema, parado a veces con las manos en los bolsillos, con un perfil bajo se anima a responder a lo que le gritan sus admiradores, trata de hablar castellano y nos cuenta que aprendió un poquito estando en la escuela varios años atrás.

 

La primera tanda de temas pasa, y Paul deja de usar su mítico bajo Hofner para sentarse en el piano, dedicarle un tema a su actual pareja Nancy, My Valentine. Continúa con Nineteen Hundred and Eigthy-Five, del impecable disco Band On The Run y le sigue una sección de clásicos lentos, Here There And Everywhere y Maybe I’m Amazed, dedicada a su gran amor Linda McCartney.

 

Pasados los primeros 12 temas del show, una de las pantallas baja tapando la batería y amplificadores, Paul se acerca a un extremo del escenario y ahora se cuelga una guitarra acústica. En un momento íntimo, nos relata que iba a hacer un tema anterior a los Beatles, y le regala al público In Spite Off All The Danger, tema que grabaron con Lennon cuando la banda todavía se llama The Quarrymen.

Luego nos explica que a veces le preguntan cómo compone un tema, comienza a hacer unos arreglos y toda su banda se suma en You Won’t See Me, pegado al primer sencillo de los de Liverpool, Love Me Do.

 

Se acerca otro de los momentos emotivos, Sir Paul queda solo en el escenario con su guitarra acústica, se eleva el escenario, mientras suena Blackbird. Después de dejar a todos maravillados, recuerda a su amigo John Lennon y se une musicalizando el típico cántico de recitales “olé olé olé, Lennon, Lennon”. Toca Here Today, tema que compuso luego del asesinato de su principal socio musical.

 

A esta altura uno entiende el peso de ver a Paul McCartney, ya en la mitad de su show, vuelven a sonar 2 temas de su último disco, y se adaptan perfecto a la catarata de hits. Cuando ves un show de semejante músico entendés lo que significó para la cultura musical. Es un artista con una discografía super extensa y hasta se dio el gusto de incluir la colaboración que realizó recientemente con Rihanna y Kayne West y que muestra como se mantiene su vigencia.

 

Volvemos al período psicodélico del Sgt. Pepper, suena Being For The Benefit of Mr. Kite, seguido al otro momento emotivo de la velada, Something de su amigo George Harrison. Con una intro en Ukele, Paul nos regala el tema de Harrison, y genera que el público grite cada palabra del tema, y al finalizar su homenaje, él le agrade a George por semejante composición.

 

Ya en los puntos más altos del recital, suenan clásicos de la etapa final de los Beatles como Ob-La-Di, Ob-La-Da, Back In The U.S.R.R., Let It Be, la rockera canción de la banda sonora de James Bond, Live and Let Die (con fuegos artificiales incluidos) y el cierre con todo el estadio lleno de emoción, Hey Jude.

 

Llega un pequeño descanso, comienza la última tanda de temas, pero todavía quedaban lugar para las sorpresas. Tras una emotiva Yesterday, en el show del martes sucedió lo que todos ya vimos, con la participación la pequeña fanática Leila en Get Back. Pero el jueves Paul cambió el repertorio del BIS: no hizo Get Back ni Hi Hi Hi, en cambio tocó Jet, para seguir con Birthday.

 

Pero ya casi llegaba a las 3 horas y as acá cuando Sir Paul se despide del público, agradece a todo su equipo, a su banda y al público que lo vio pasar por todos los instrumentos. Se sienta en su piano y cierra su show con el final del famoso disco Abbey Road Golden Slumbers – Carry That Weight – The End, coronando un recital de cerca de 40 temas.

 

Cuando vamos a ver a Paul McCartney en vivo no esperamos el famoso pogo argentino, pero te llevas un recuerdo de haber visto a una de las figuras más importantes de todos los tiempos, con un juego de luces y pantallas de primer nivel, un sonido impecable, un grupo súper afinado y la música que fue la banda sonora de muchísimas generaciones. Algo para disfrutar al menos una vez en la vida.

Fotos. José Luis García

 

Paul McCartney
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