Argentina quedó afuera de la Copa América Centenario. Catástrofe nacional.
Sin embargo, después de mucho insomnio, llegué a la conclusión de que no todo es malo.
¿Qué habría pasado si ganábamos en los penales? ¿Por qué dolió más que nunca esta derrota? Seguramente se habría tapado todo. Como siempre. El obelisco lleno, miles de horas en los medios hablando del triunfo y de lo maravilloso que está todo acá. La tristeza de la selección nos permitió ver la realidad. Nuestra realidad.
Tres días antes Messi llamó impresentables a los de la AFA. ¿Quién le habría prestado atención ayer u hoy con la Copa? Nadie. Es difícil pensar en ganar con una entidad acusada de mafia y corrupción que no se recupera y no se sabe quién la maneja, ni se vislumbra transparencia en sus candidatos a manejarla.
Seguramente el festejo nos habría sacado de la dura situación argentina por un buen rato. Pero el costo de eso es alto.
Que seamos campeones no va a cambiar la dura, durísima situación económica de la mayoría de los argentinos. No va a cambiar esta espera fantasiosa del segundo semestre que está por llegar. No cambiaría las repugnantes imágenes de corruptos tratando de salvarse. No cambiaría ni el pasado ni el futuro.
La verdad es que esperábamos a Messi como un salvador. El tipo que está en el taxi 17 horas sin parar lo esperaba para que le resuelva su situación económica y pueda trabajar menos, o para que Messi frene a Uber en forma real y no formal como hasta ahora. El metalúrgico esperaba a Leo como un rescatista a su duro trabajo o que Leo le preste plata para llegar a fin de mes. Los maestros esperaban a Messi como justiciero en sus salarios, los médicos lo quieren de ministro para tener el presupuesto que se merecen y los hospitales en condiciones. Los ciudadanos lo queremos como representante de la justicia objetiva y justa, que no responda a los poderes políticos.
No sé mucho de religión pero lean esto. Según Wikipedia, el Mesías es…
1. Salvador enviado por Dios y anunciado por los profetas para liberar al pueblo de Israel del orden establecido. Diversos libros del Antiguo Testamento, especialmente de los profetas, hacen continuos anuncios y referencias al futuro Mesías.
2. Entre los cristianos, Cristo. “Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, el hijo de Dios, llamado el Mesías”.
O sea, estamos esperando al hijo de Dios, seas judío o católico. Estamos esperando al salvador de todos nuestros males.
Depositamos en un argentino rosarino y mortal como vos y yo la esperanza milagrosa de que nos saque de este pozo en el que estamos.
Esperamos al Mesías. No a Messi. Messi está acá. Cuidémoslo.
De lo otro hagámonos cargo entre todos.
Andy Kusnetzoff