Ashrita Furman intentó batir su propio récord de cortar la mayor cantidad posible de sandías en un minuto con una maniobra digna de inimputabilidad.
Recostado sobre una mesa, el hombre usó su panza como sostén de una prueba que tenía como máximo riesgo morir desangrado a manos de una afiladísima katana.
¿Cómo terminó todo? Mirá el VIDEO.