Un estudio de diseño de Brooklyn cultiva calabazas en moldes impresos en 3D para producir una alternativa sostenible a los vasos de café descartables.
Crème se llama este estudio dirigido por Jun Aizaki que emplea esta novedosa técnica para elaborar tazas biodegradables, bautizadas como HyO-Cup. Diferentes diseños de moldes impresos en 3D -con forma de vaso o de garrafa- permiten que la calabaza crezca adoptando sus formas.
Las calabazas son plantas de crecimiento rápido que producen frutos cada temporada. Una vez secas, se vuelven impermeables, algo que explica por qué se han usado durante siglos como recipientes para almacenar agua y para beber. Sin ir más lejos, los mates de calabaza son un clásico en nuestro país.
Cuando la calabaza se seca, se abre el molde, se corta la fruta y se limpia. Los japoneses hacen lo mismo con la sandía, para que sean cúbicas y, por lo tanto, fáciles de envasar.
Sin duda, una alternativa ingeniosa y respetuosa con el medio ambiente, que busca crecer para reemplazar a los vasos de papel para café, que suelen estar recubiertos de polietileno plástico.