La población de esta especie fue creciendo de manera descontrolada desde que el líder narco adquirió un hipopótamo macho y una hembra para un zoológico personal que construyó en su hacienda Nápoles, hoy convertida en parque temático.
Los hipopótamos capturados fueron esterilizados a través de dardos. También se emplearon “rifles de dardos” para esterilizar a los animales que están en los lagos.
“Se trata de un anticonceptivo que tiene efectividad en machos y hembras” y es más “económico” que una “esterilización quirúrgica”, según Cornare.
Liberados a su suerte en la hacienda abandonada luego de que Escobar cayera abatido por la policía en 1993, los hipopótamos se multiplicaron, y el resto de los animales, como flamencos, jirafas, cebras o canguros, fueron vendidos a zoológicos.
Expertos señalaron que este insólito legado del narco puede ser la mayor manada de hipopótamos fuera de África y un problema ambiental para Colombia.
“La presencia de estos animales en un ecosistema que no es propio, trae consecuencias como el desplazamiento de la fauna local, modificación de los ecosistemas y ataques” a pescadores debido a que “el crecimiento de la población está descontrolado”, advirtieron desde Cornare, una corporación regional de protección ambiental.