Esta semana salió al mercado la segunda generación de esta novedosa lámpara de Ikea, alimentada por Sonos, con un aspecto más elegante que la primera, mejor sonido, y nuevos materiales, colores, y conexión WIFI.
La idea es la misma que para el resto de la gama Symfonisk: ocultar un altavoz en un mueble con estilo. Al más puro estilo Ikea, la lámpara de 169 dólares viene embalada, aunque afortunadamente sólo en tres partes: la base, el enchufe y la pantalla.
La base de la lámpara es un cilindro recubierto de tela de 18 cm de ancho, disponible en gris/blanco o negro y contiene el altavoz. La pantalla está disponible en gris o negro y en dos estilos: de tela, como en la foto, o de cristal, similar a la de la lámpara anterior. Ambas pueden comprarse por separado y combinarse. La parte superior de la base tiene accesorios estándar para lámparas, admite una bombilla E27 (no incluida) y se adapta a otras pantallas con un anillo de 4 cm de diámetro.
La lámpara es muy fácil de configurar, ya que simplemente se descarga la app Sonos en Android o iPhone, se ejecuta la rutina de configuración, se selecciona con el móvil la parte trasera de la lámpara cuando se indique y se conecta a la red WIFI. Funciona como cualquier otro parlante Sonos, transmitiendo música por wifi -no por Bluetooth- desde el servicio de música que se prefiera. El sistema es compatible con prácticamente todos los servicios principales, como Spotify, Apple Music, Amazon Music y BBC Sounds, además de AirPlay 2 de Apple y Spotify Connect.
La lámpara puede utilizarse sola o emparejada con otra para obtener sonido estéreo. También puede enlazarse con las barras de sonido de Sonos para obtener un sonido envolvente, o agruparse con otros altavoces de Ikea o Sonos para obtener fácilmente un sonido multihabitación. No tiene micrófonos para Google Assistant o Amazon Alexa, pero el parlante se puede controlar con los principales asistentes de voz a través de otro parlante inteligente o de tu teléfono. Además, proyecta su audio 180 grados alrededor de su base, lo que hace que suene menos direccional que otros altavoces. Si se coloca contra una pared en medio de una habitación sonará igual independientemente de dónde estés sentado frente a él.