Casi un siglo después de que las autoridades sanitarias comenzaran a alertar sobre los efectos tóxicos del combustible con plomo, ya ningún país utiliza este carburante.
“El éxito en la campaña de prohibición de la gasolina con plomo es un hito para la salud en el mundo y para el medioambiente”, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, cuya sede se encuentra en Nairobi, capital de Kenia.
En 1924, luego de la muerte de cinco trabajadores que sufrieron convulsiones en una refinería de Nueva Jersey (Estados Unidos), las autoridades sanitarias comenzaron a advertir sobre la peligrosidad de este producto.
Pese a las advertencias hasta los años 70 casi la totalidad del combustible que se vendía contenía plomo, y hasta hace apenas dos décadas más de un centenar de países la comercializaban.
En 2002, el Pnuma inició una campaña para su erradicación, aunque ya varias potencias como Estados Unidos, China e India no utilizaban este tipo de combustible.
Según este programa de la ONU, que ya ningún país utilice este tipo de gasolina “evitará más de 1.200 millones de muertes prematuras al año, aumentará el coeficiente intelectual de los niños, permitirá ahorrar 2,4 billones de dólares (más de 2 billones de euros) a la economía mundial y reducirá la tasa de criminalidad”.
Asimismo, el organismo aseguró que el uso de combustibles fósiles tiene que reducirse considerablemente para frenar los efectos del cambio climático, de cara al aumento exponencial de las ventas de vehículos, sobre todo en los países emergentes.