La Policía Ambiental y la Secretaría de Ambiente y Parques se encargaron de que las aves recibieran inmediata atención veterinaria, en el Centro de Conservación de Vida Silvestre.
Luego de recibir los cuidados necesarios, los pichones fueron trasladados a Buenos Aires, donde comenzarán el proceso de rehabilitación para ser devueltos a su hábitat natural.
Se trata de una especie característica de los Esteros del Iberá y considerada en peligro de extinción en nuestro país. La caza ilegal y su comercialización, representan sus principales amenazas.
Esta especie cumple un papel fundamental en la dinámica ecosistémica de las selvas correntinas, ya que son elementales en la propagación de especies arbóreas en las isletas y bosques de la región.